2 de febrero
de 2018. Permítanme que enfatice en el día en el que viven (vivimos) dado que
es conveniente saber que en 2018 (sí, 2018, quién iba a decir que llegaríamos
hasta aquí eh) las cosas siguen igual. ¿Igual que cuándo? Pues igual que
siempre, una pertinaz constancia que nos hace avanzar en el tiempo pero en nada
más.